Como he destacado en múltiples ocasiones, el factor humano es esencial. Y para potenciarlo que mejor que conseguir que cada miembro del club se sienta parte de un todo, de una familia con unos objetivos y metas comunes.

 

 

Hay múltiples maneras de ayudar a conseguir ese objetivo, pero pocas tan sencillas y productivas como compartir un desayuno (o cualquier otra comida a lo largo del día) y tener la oportunidad de charlar relajadamente con tus compañeros y amigos. 

 

 

Siempre, pero más que nunca en pretemporada, hay que estar unidos desde primera hora de la mañana.

 

 

Un saludo