Hace algunas semanas publicaba Alfredo Relaño un reportaje sobre una metodología muy específica que se llevaba a cabo en la cantera del Real Madrid en las décadas de los sesenta y setenta y que a mí me tocó directamente.

 

 

http://blogs.elpais.com/memorias-blanco-negro/2013/07/el-engorde-de-cedeira.html

 

 

Se trataba, como él muy bien explica, de realizar una pequeña pretemporada en la que el apartado físico pero sobre todo alimenticio era el punto principal.

 

 

Felicito a Alfredo porque el texto a la par que muy bien documentado es tremendamente emotivo y en mi caso evoca muchos recuerdos.

 

 

Esa iniciativa en la que nos juntábamos varios canteranos cada verano en Cedeira me ayudó mucho tanto a nivel personal como profesional. El ambiente en el que vivíamos esas semanas estaba impregnado de disciplina y valores como el respeto y el compañerismo.

 

 

 

En lo profesional vi de primera mano un gran afán por cuidar la cantera. Asimismo, el entrenamiento personalizado del que tanto se habla hoy en día ya se hacía en aquellos momentos y estamos hablando de los 60 y 70. Se notaba en sobremanera la mano de Molowny y Malbo. Recogí muchas ideas en aquellos momentos que aun hoy sigo utilizando.

 

 

Y como no, también están las buenas amistades. Isidoro San José, Enrique Magdaleno, Manolo Castro, Carlos Escribano o Eduardo Diezma entre otros.

 

Momentos inolvidables.