Ya han comenzado los profesionales a preparar la vuelta a la competición. Será en unas condiciones a las que no estamos acostumbrados y a las que jamás nos hemos enfrentado, debido a la presión psicológica a la que estaremos todos sometidos, en especial técnicos y jugadores de LaLiga en una recta final donde muchos se juegan el todo.

Sabemos que los futbolistas han mantenido en sus domicilios cuadros de entrenamiento para no perder la forma, y en este mes de vuelta a la competición programada por el Gobierno, hay un aspecto que estoy seguro que tanto los servicios médicos como los psicólogos y sobre todo los entrenadores han trabajado también: la mentalidad del futbolista y su retorno a puerta cerrada.

La mentalidad colectiva del equipo es un pilar básico y esencial de cada equipo. Es un aspecto más a trabajar para obtener el éxito en la competición. No sólo podemos pensar en el entrenamiento físico, sino también en el entrenamiento mental que hay detrás cada día.

Somos conscientes que la vuelta se hará a puerta cerrada, pero antes del regreso y durante estas semanas se trabajará y se entrenará de forma individual. Y no será hasta las dos últimas semanas del inicio cuando se empiece a entrenar de forma colectiva y con todo el equipo en la última etapa. Se debe trabajar y reforzar mucho el nuevo y desconocido escenario en el que los profesionales competirán. Será muy importante la labor de los médicos, psicólogos y entrenadores.

El choque emocional al que nos debemos enfrentar es incierto. Estoy seguro que al igual que me ha pasado a mí, todos hemos sufrido la pérdida de amigos muy cercanos o por lo menos en el entorno en el que nos movemos, los jugadores conocen o han sufrido alguna pérdida. A diario recibimos información negativa, confinados en nuestros domicilios, que sin duda pueden afectarnos en un futuro e impactar en nuestras emociones. Estas condicionarán la vuelta.

Habitualmente competimos motivados e impulsados por nuestra afición, por aquellos que nos transmiten la pasión por el fútbol, y que son la base y esencia de ello, a quienes les debemos todo.

El hecho de no poder disfrutar de su presencia en el entorno en el que nos moveremos, será un hecho relevante. Parte del éxito, en un tramo de final de liga en el que se juegan los equipos todo el esfuerzo de una temporada, los motivadores y profesionales de esta faceta serán los motores del éxito.

Quien esté mentalizado al nuevo escenario, quien haya trabajado más este aspecto se reflejará en el terreno de juego y en el resultado. Competir en Europa, evitar un descenso, por ejemplo, son pensamientos que todos tienen en sus cabezas.

El primer partido va a ser clave. En el poco tramo de tiempo que nos queda de competición no hay espacio para el error, para adaptarnos a la nueva forma de competir, por eso es esencial trabajar en el aspecto psicológico, transmitir el valor de los tres puntos en este periodo de tiempo tan corto, ya que no podemos arrancar a competir confiando que ya cogeremos ritmo. No hay margen para el error.

Además, tras ese trabajo que se realice por parte de los especialistas, son los futbolistas los que deben cultivar esos conocimientos que han recibido porque son ellos los que deben ir por la senda de ese éxito tan ansiado en esta fase final de liga, y son ellos los que mentalmente y de forma inteligente deben tener clara una cuestión, perfectamente resumida en dos frases que habitualmente cito de Daniel Goleman, y que dicen:

«Las emociones afectan a nuestra atención y nuestro rendimiento». Y por ello debemos tener capacidad para motivarnos a nosotros mismos, a perseverar nosotros a pesar de las posibles frustraciones».

Es el momento de trabajar duro con esta hoja de ruta, transmitiendo a los deportistas y a nuestro equipo de trabajo, que las nuevas emociones a las que nos enfrentamos son un acicate que se debe trabajar de forma intensa. Con un objetivo, buscar siempre la victoria.

Joaquín Caparrós